pregunta de Esther de las Peñas (Pamplona, Navarra)
A raíz del amerizaje del A320 de US Airways en el río Hudson de Nueva York nos llegaron varias preguntas al respecto y sobre si los aviones pueden realmente flotar. Los diseñadores de una aeronave, al hacerlo, tienen que tener en cuenta precisamente esto, que flote durante un tiempo para que sus ocupantes lo puedan abandonar. Evidentemente no nos referimos a aeronaves preparadas para amerizar con algún tipo de flotador fijo como tren de aterrizaje o al ser hidroaviones.
Los métodos para ello pueden ser diferentes. En los helicópteros dado que no tienen alas que les ayuden a estabilizarse en el agua, se recurre a flotadores auxiliares. Estos van en el exterior del aparato y pueden ser inflados por los pilotos accionando un mando, o de forma automática al tocar el agua. En los aviones hay modelos donde para alargar el tiempo de permanencia en la superficie no se deben abrir determinadas puertas o escotillas, normalmente en la zona trasera del mismo, o en los aparados de ala alta, las del lado del ala que toque el agua.
Amerizar no es tan difícil, miles de pilotos lo hacen cada día con sus hidroaviones y anfibios. Lo difícil es hacerlo con una aeronave que no está preparada para ello, y encima sí tienes una emergencia como es el fallo de uno o varios motores. El truco es reducir al máximo la velocidad vertical y horizontal ya que no dispones de los amortiguadores del tren de aterrizaje, y realizar la toma perpendicular a las olas, calculando tocar el agua en primer lugar en el frontal de una ondulación y siempre con la aeronave con las alas paralelas al agua, para que no entre en contacto primero un ala y desestabilice la toma y un mínimo de ángulo de ataque de tal forma que la fuerza del impacto se reparta lo más posible por toda la estructura. No olvidemos que muchos aviones tienen una cierta tendencia a partirse por detrás del ala en las tomas duras.
En las aeronaves ligeras y helicópteros, en muchas ocasiones se recomienda abrir las puertas antes de la toma para evitar que una posible deformación del fuselaje pudiese impedir su apertura. En un avión comercial, normalmente ni estando despresurizado es posible abrir las puertas en vuelo, pero en este caso hay que tener en cuenta que existen varias y que la estructura puede absorber parte de la deformación sin que esta llegue a la zona de las puertas, cuyos marcos suelen estar hechos en titanio, lo que les hace más resistentes a la deformación.