pregunta de Bernardo Pérez (Buenos Aires, Argentina)
Una vez iniciado el ciclo de despliegue, una botella de gas comprimido comienza a inflar la rampa, al tiempo que ese mismo gas pone en funcionamiento unos aspiradores que se encargan de introducir en la rampa las dos terceras partes del aire necesario para que se mantenga inflada. Una rampa debe inflarse en seis segundos, resistir el fuego durante al menos 90 segundos y aguantar vientos y temperaturas extremas. Además, en los aviones de última generación, el sistema lleva un cerebro electrónico que recibe información de la posición del avión, morro alto, morro bajo, caído hacia un lado... de tal forma que con esos parámetros determina cómo ha de inflarse la rampa para permitir una evacuación segura. También disponen de una fuente de energía propia que permite que la rampa funcione aunque no haya electricidad en el avión. En el caso del A380, por ejemplo, esta fuente sería capaz de desplegarla tres veces.