pregunta de Anabel Rodrigo (El Puerto de Santa María, Cádiz)
Entre las funciones de un motor en una aeronave está el conseguir que esta alcance o mantenga la velocidad adecuada en cada momento para que las alas puedan generar la sustentación adecuada para mantener la aeronave en vuelo. Así, encontramos dos fuerzas «buenas»: la sustentación y la velocidad, que deben superar a dos fuerzas «malas»: el peso y la resistencia, para que la aeronave siga volando.
Las fuerzas «buenas», se originan en el motor y las alas. El peso resulta evidente que es el del propio avión atraído por la Tierra, mientras que la resistencia, es la fuera que opone la atmósfera al avance de la aeronave. En este caso, el tipo de resistencia más importante es la inducida, que genera el propio ala del avión al moverse en el aire. Por la forma del ala, el aire que pasa por debajo del ala y el que lo hace por encima lo hace a diferente velocidad. La diferencia de velocidad crea una diferencia de presión, y esto es lo que crea la sustentación. Pero, cuanto mayor es la sustentación, la resistencia inducida es mayor. Igualmente, cuanto más cerca del suelo la atmósfera es más densa y por tanto ofrece una mayor resistencia al avance de la aeronave. Con todo esto, una aeronave precisa una mayor potencia de sus motores cerca del suelo que a gran altitud para vencer la resistencia que se opone a su avance, y a mayor potencia, mayor consumo.