pregunta de Alfredo Pérez (Santiago, Chile)
Aunque el Convair 990 Coronado derivaba del diseño del CV-880, y ambos modelos exteriormente fuesen muy parecidos entre ambos había numerosos cambios. Uno de los mayores problemas que encontraron los ingenieros de Convair fue reducir la resistencia aerodinámica del nuevo diseño. Sobre el diseño original hubo que realizar numerosas modificaciones, especialmente en las alas y sus uniones al fuselaje. Una de las formas de reducir la resistencia aerodinámica fue la instalación de unos carenados aerodinámicos sobre las alas. Se analizaron y comprobaron diversas configuraciones, con entre uno y 18 de ellos sobre cada ala, y finalmente se eligió la de dos unidades sobre cada una.
En los años cincuenta, Richard Whitcomb, un ingeniero de la NASA, descubrió la llamada regla del área, que señala que la resistencia de un avión se reduce sí el área de su sección trasversal se mantiene constante. Dicho de otra forma, el fuselaje debería ser más estrecho en la zona de las alas, de ahí que también se conozca esta regla como la de la «botella de Coca Cola», ya que el fuselaje ideal tendría la forma de una de estas.
Whitcomb también descubrió que se lograba el mismo efecto en los aviones subsónicos, el mismo efecto reductor se podía conseguir con la instalación en el borde de salida del ala de unos «cuerpos antichoque» cuya función básica era mantener el flujo del aire para retrasar la onda de choque que se forma sobre el ala y que es responsable de una parte importante de la resistencia.
En Alemania, unos años antes, Dietrich Küchemann, había llegado más o menos a las mismas conclusiones, y con el tiempo, esos «cuerpos antichoque » pasaron a conocerse como las «zanahorias de Küchemann». En el Convair CV-990, estos «cuerpos antichoque» además sirven para albergar combustible. Otros muchos aviones usan este tipo de carenados aerodinámicos, como por ejemplo el Tu-95.