pregunta de Rafael Cardona
Entendemos por su carta que el lector no se refiere a su significado o uso concreto: «sería muy fácil que un avión las pisara». En el caso de las luces de eje, tanto de pista como de calle de rodaje, estas van básicamente embutidas en la pista y constan de una estructura metálica capaz de resistir el peso de cualquier aeronave certificada para el uso de esa pista o calle.
Estas piezas sobresalen lo justo para que la luz que emiten salga por una o varias rendijas en función de que la misma sea unidireccional o bidireccional. En este caso, las luces pueden cambiar de color para indicar al piloto, por ejemplo la ruta a seguir en tierra o por ejemplo aparecer rojas para «decir» por aquí no».
También pueden apagarse para lo mismo. El pequeño resalte de las luces es lo que hace que, a veces sí el piloto rueda justo sobre ellas, el avión vaya botando de forma similar a como lo hace un tren al pasar sobre las juntas de dilatación entre los raíles. Las luces de borde de pista (cuando existen), suelen ir montadas sobre unas pequeñas peanas para aumentar su visibilidad; por ejemplo, en caso de una nevada, o que crezcan plantas al borde del asfalto. Estas peanas, así como las estructuras metálicas de las luces de aproximación que encontramos antes de la pista, están diseñadas de tal forma que se partan en caso de ser golpeadas por una rueda, sin causar daños a la estructura del avión. Evidentemente, sí hablamos de un accidente de una aeronave que aterriza corta de la pista, o se sale por la cabecera contraria, normalmente es el impacto contra el terreno y no las luces lo que causa los mayores daños.