pregunta de Jaime Rivera (Chile)
La navegación sobre el mar, lejos de la costa, y por tanto de la cobertura de radares y radioayudas terrestres en la actualidad se realiza mediante diversos sistemas, siendo el GPS y los inerciales los principales. Básicamente, sobre el mar, se trata de volar en línea recta de unas coordenadas geográficas a otras. Las coordenadas de paso pueden venir definidas por numerosos parámetros. Sobre el Atlántico Norte, por ejemplo, los aviones siguen dos tipos de rutas: las denominadas track y las libres.
Las primeras son determinadas cada día en función de los vientos y otros parámetros, y son como carriles en el aire que garantizan la separación lateral entre los aviones, mientras que la longitudinal se consigue escalonando las entradas en cada uno y manteniendo los aviones una velocidad determinada.
Las libres son aquellas que usan las aeronaves a las que sus rutas llevan lejos de los puntos de entrada o salida de los tracks. En el resto de las rutas transoceánicas, donde no existe el gran problema de saturación aérea del Atlántico Norte, se vuela en rutas libres. A la hora de determinar una ruta, se deben tener en cuenta aspectos como si se trata de un vuelo tipo ETOPS, en los que podrían existir zonas «fuera de límites», es decir, en las que la distancia de vuelo a un aeropuerto alternativo sobrepase el tiempo máximo autorizado: sea este 90, 120, 180 o incluso 207 minutos. También influyen los vientos. Por ejemplo, la ruta típica entre Europa y México para aviones bimotores, en verano, consiste en cruzar el Atlántico y sobrevolar EE.UU. en diagonal, más o menos de Boston a Houston o Nueva Orleans y de ahí a Tampico y México DF, mientras que el vuelo hacia Europa se hace saliendo al golfo de México en dirección al estrecho de Florida, y subir más o menos en paralelo a la costa estadounidense hasta virar hacia el Este para cruzar el océano cumpliendo las normas ETOPS. En invierno, se invierten las rutas. Para el seguimiento de los vuelos, los pilotos van transmitiendo a estaciones terrestres la hora de paso sobre las diversas coordenadas de su ruta, así como la estimada de paso sobre las siguientes coordenadas. Ello permite al controlador oceánico mantener el seguimiento de los aviones pese a no contar con una pantalla de radar.