Después del fiasco de ayer cuando se presentaron como pertenecientes al Airbus 330-200de Air France del vuelo AF-447 unos restos rescatados por un helicóptero de la Marina de Brasil para a las pocas horas tener que desmentir la información, hoy no se ha anunciado ningún avance en este sentido.
Así, son ya casi cinco días desde la desaparición de este avión, y cada momento que pasa dificulta más su localización porque vientos y corrientes marinas están dispersando más hora tras hora los posibles restos de este que pueda haber en la superficie del mar, con lo que aunque se encuentren e identifiquen positivamente algunos aún podía ser complicado determinar el lugar en el que cayó el avión.
El gobierno brasileño mantiene un operativo de búsqueda con doce aeronaves y tres barcos, uno de ellos con un helicóptero Lynx a bordo, a los que pronto se unirán otros dos barcos más. De estas aeronaves la que más protagonismo está cobrando es el Embraer R-99B, que con sus sensores es capaz de dirigir a las otras aeronaves a las zonas donde detecta algo que pudiera ser un rastro del avión.
Los aviones que participan en la búsqueda despegan de madrugada para llegar a la zona de patrulla asignada con los primeros rayos de Sol - Johnson Barros / Fuerza Aérea de Brasil
También están participando en las labores de búsqueda un Breguet Atlantic y un Falcon 40 franceses, y el gobierno francés, por medio de su ministro de Defensa, ha anunciado que está de camino un submarino nuclear de ataque para ayudar con la búsqueda, ya que los sensores que lleva a bordo, pensados para detectar otros submarinos, pueden servir perfectamente para detectar las señales que las cajas negras del avión siniestrado tendrían que estar emitiendo.
Además se espera la llegada a principios de la semana que viene del buque Pourquoi Pas que lleva a bordo el Nautile, un minisubmarino tripulado, y el Victor 6000, un vehículo de control remoto.
Esta ausencia de noticias está llevando a que se especule con todo tipo de posibilidades, desde un acto terrorista a que un meteorito hubiera podido derribar el avión, pasando por ideas mucho más peregrinas, y aunque lo cierto es que nadie puede decir todavía a ciencia cierta que es lo que ha pasado, resulta cuando menos curioso leer la experiencia que comenta Pedro Guil, en la actualidad piloto de Airbus A340, en Una hipótesis a tener en cuenta (esta sí), en la que un súbito cambio de temperatura del aire les hizo pasar apuros a bordo de un B-747-300.
El que hoy mismo Airbus haya distribuido un comunicado a todos sus clientes que poseen Airbus 330 en su flota sobre los procedimientos a aplicar en caso de que se detecten discrepancias en cuanto a las velocidades indicadas por los distintos instrumentos del avión es otro elemento más que se une a todas estas incertidumbres, ya que no se sabe si estos problemas afectaron al 330 desaparecido o no, aunque hay sospechas de que pudo haber sido así: Vol AF 447: les problèmes techniques confirmés mais le mystère reste entier, Crash Investigation Eyes Speed Sensors.
Los comunicados que va emitiendo la Fuerza Aérea Brasileña se pueden consultar en Informações sobre o voo AF 447.