Pocos aviones están preparados para volar por encima de los 20.000 metros por el desafío que supone, entre otras cosas, hacer funcionar los motores, conservar la cabina presurizada y, en general, mantener viva a la gente a semejante altitud: en plena estratosfera la presión cae hasta las 0,019 atmósferas y con un porcentaje de oxígeno de apenas el 2 por ciento uno puede morir por asfixia en cuestión de segundos.
Hasta ahora sólo un puñado de aeronaves han sido capaces de volar más allá de esa marca: el Lockheed SR-71 Blackbird (25.929 metros), el Mikoyan-Gurevich MiG-25 (20.700 metros), el Miasíshchev M-55 (21.500 metros) y el Lockheed U-2 Dragon Lady (21.300 metros).
Pero en 2018 podría unirse a esta corta lista un avión inusual: el SolarStratos, con 25 metros de envergadura y 450 kg, aspira a ser el primer avión en ascender y volar durante quince minutos a 25.000 metros sin usar combustible.
El SolarStratos, diseñado y pilotado por el suizo Raphaël Domjan, obtendrá la energía del sol a través de los 22 m² de paneles solares que recubren sus alas y planos de cola. El SolarImpulse está propulsado por dos motores eléctricos que producirán 50 CV, y necesitará 2,5 horas para ascender hasta los 25.000 metros.
A esa altitud la temperatura es de -70°, «si ahí tenemos algún problema con las baterías, se acabó» explica Domjan a Wired,
Mantener vivo a Raphaël Domjan es otro gran desafío (...) Domjan llevará un traje espacial presurizado, especialmente aligerado y adaptado por el fabricante ruso Zvezda que ha donado el traje de un millón de dólares a Domjan.
El primer vuelo del SolarStratos debería producirse en la segunda mitad del año que viene. Entonces irá acompañado por Bertrand Piccard, el piloto que llevó el avión Solar Impulse hasta los 9420 metros de altitud. Pero a la hora de la verdad, cuando el SolarStratos ascienda hasta la estratosfera en 2018, Raphaël Domjan será la única persona a bordo del pequeño avión.
Vía Inhabitat.