Por @Wicho — 23 de febrero de 2009

Los responsables de la NASA siguen sin tener claro cómo puede afectar al lanzamiento de un transbordador espacial un fallo en una de las válvulas de presurización del depósito principal de combustible, por lo que tras posponer en tres ocasiones el lanzamiento del Discovery en la misión STS-119 este fin de semana tomaban finalmente la decisión de dejar el lanzamiento en suspenso.

La decisión viene de que el pasado mes de noviembre, durante el despegue del Endeavour en la misión STS-126, se desprendió un pequeño trozo de una de estas válvulas, y aunque no tuvo mayores consecuencias, pues las otras dos válvulas compensaron el funcionamiento anómalo de la que se había roto, la NASA no quiere realizar este nuevo lanzamiento sin haber estudiado el tema a fondo.

En estos momentos la agencia está diseñando un programa de pruebas para estas válvulas, de las que cada transbordador tiene tres, que será revisado en una reunión el próximo miércoles, 25 de febrero. Después de esa reunión, y según lo que diga el plan, podría considerarse fijar una nueva fecha, que podría ser antes mediados de marzo.

No está claro que impacto podrían tener estos retrasos en el lanzamiento de la misión STS-125 de mantenimiento del telescopio espacial Hubble, previsto para el 12 de mayo, pero parece evidente que si de aquí a entonces no se ha solucionado el problema con las válvulas la NASA tendrá que retrasar también esta misión.

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