Dicen que es la primera vez que un vehículo eléctrico de pasajeros remolca un avión comercial, así que esto es de récord: un Tesla Model X remolcando despacito y con buena letra un Boeing 787-9 de la compañía australiana Qantas, el apodado cariñosamente Dreamliner.
El avión en cuestión pesa 130 toneladas en vacío, de modo que la proeza es fina, aunque ya sabemos que con un gran motor, un buen agarre y neumáticos en condiciones todo es cuestión de tiempo y paciencia. Coche y avión grabaron la prueba en el aeropuerto de Melbourne (Australia). El vídeo les ha quedado precioso – música incluida.
Según parece el récord de este tipo de crossovers de coches de marca arrastrando aviones gigantescos lo tiene un Porsche Cayenne S diésel remolcando las más de 300 toneladas de un A380. Impactante pero mucho menos eléctrico y ecológico.
Y aunque estas proezas mecánicas sean magníficas recordemos que los cuatro forzudos de la Familia Jimenez remolcaron un 737 de 50 toneladas usando la fuerza bruta.