Impresión artística de un BWB de la USAF en vuelo – USAF
Mientras Boeing y la NASA andan a vueltas con el X-66A como plataforma de desarrollo de nuevas tecnologías para conseguir hacer la aviación civil más sostenible la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) acaba de encargar la construcción de un prototipo de avión de fuselaje integrado (o de ala integrada). La idea es conseguir una reducción de combustible y un mayor alcance con el mismo consumo.
Un avión de fuselaje integrado o de ala integrada (Blended Wing Body o BWB por su siglas en ingles) es un diseño que queda a medio camino de los aviones tradicionales (de tubo y ala) como por ejemplo un B-52 y las alas volantes como el B-2.
El encargo, valorado en 235 millones de dólares, ha sido adjudicado a la relativamente desconocida JetZero, que ya llevaba un tiempo promocionando su diseño de BWB, aunque contará con el apoyo de empresas más establecidas como Northrop Grumman y Scaled Composites.
El objetivo es que para 2027 –aunque ya será más tarde– esté en vuelo un prototipo tripulado de un BWB con una capacidad potencial de unas 200 personas que sirva para estudiar en el MundoReal™ las posibilidades que da este diseño, que sobre el papel tiene una resistencia aerodinámica inferior en un 30 % a los diseños tradicionales, además de proporcionar más sustentación. La USAF habla de hasta un 50 % de mejora en cuanto al consumo de combustible.
Un BWB podría sustituir diseños tradicionales en lo que se refiere a aviones de transporte de carga y de pasaje y a tanqueros.
Y no es del todo descabellado que pudiera tener aplicaciones en la aviación civil, aunque ahí los aeropuertos necesitarían adaptarse a la forma de estas aeronaves. De hecho uno de los futuribles aviones de Airbus con cero emisiones propulsados por hidrógeno es un BWB.
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