Por @Wicho — 23 de julio de 2014

El pasado domingo 20 de julio de 2014 se celebraba la primera edición del Festival Aéreo Internacional de A Coruña, lo que en una época de recortes que han hecho que desaparezcan otros festivales ya arraigados como el de Vigo, que este en cierto modo sustituye, o el de Cádiz, es de agradecer.

Para alguien que lleve algún tiempo asistiendo a festivales aéreos lo cierto es que la parrilla de actuaciones no presentaba nada especialmente novedoso, salvo el Rafale, que en una exhibición de potencia con el postquemador a tope dejó boquiabierto a todo el mundo, aunque nunca llegara a romper la barrera del sonido como muchos creyeron al ver la condensación que se formaba sobre sus alas en las maniobras en las que el piloto demostrador metía más g.

Pero para el público en general sin duda resultó interesante, dejando aparte el problema de la falta de megafonía a lo largo de la mayor parte de la zona desde la que se podía observar el festival, con lo que muchas personas ni se enteraron de lo que vieron.

Lo peor de todo, con diferencia, el horario, que en la ubicación escogida para el festival supuso tener que sufrir un contraluz atroz durante casi toda su duración; muy de cerca, la pésima política de comunicación seguida por los organizadores del Festival, que tuvo que ser suplida por el trabajo de otras fuentes como la gente de VuelaMásAlto.

El vídeo de arriba es de Luis Caldevilla, por cierto.

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