Por @Alvy — 6 de Agosto de 2009
Cuando sacas la mano y la velocidad es de unas dos veces la velocidad del sonido, se te calientan debido a la inmensa fuerza de la fricción.
La historia completa la cuentan en Russian Jet Cabrio Flight (procede de los siempre divertidos y recomendables posts de English Russia.) Al parecer para una película rusa sobre cazas a reacción, en la que en una escena debían volar con el techo abierto. Decidieron contratar a un piloto para «hacer un poco el cabra».
El piloto explicó que lo peor no era el calentamiento -aunque fuera hacía un frío intenso porque era invierno- sino el tremendo ruido que había y que no le permitía oir nada de nada, y apenas las instrucciones que le hacían llegar por radio.