En este precioso montaje de Rick Ardrick 3-D unos 3.000 coches de carreras circulan por una estrecha carretera a toda velocidad produciéndose lo inevitable: una supercolisión en la que la mayor parte de ellos -por no decir todos- salen por los aires... «Respetando» las leyes de la física, eso sí.
Animadas a cámara lenta, las diferentes escenas tienen un punto al estilo Matrix, Inception o de pura ensoñación. Muchos de los coches iban conducidos por jugadores reales, algunos de los cuales hicieron cientos de «rondas» hasta completar todas las tomas necesarias.
Su creador dice que ya está trabajando en una versión más larga de doble duración mejorada y a velocidad real. ¡Habrá que verla!
(Vía Sploid.)