Un día el diseñador alemán Stefan Kuhnigk derramó un poco de café sobre un papel durante una reunión de trabajo. La historia no guarda constancia de si la reunión era soporífera o qué pero a Stefan la mancha de café sobre el papel le sugirió un monstruo…
Y así nacieron los Coffeemonsters. Desde entonces ha dibujado más de 500 de estas simpáticas criaturas, muchas de ellas acompañadas de un breve texto que las describe o cuenta algo sobre ellas. Su técnica es echar el café sobre el papel, dejarlo secar entre 4 y 6 horas, y luego sacar lápices y rotuladores para dibujar el monstruo que surge de la mancha. Un poco a lo test de Roscharch pero de buen rollo.
Stefan vende los originales, reproducciones en series limitadas, y sobre camisetas, fundas para móviles, etc. Incluso hay un libro, The Coffeemonsters Book, que en su momento sacó a través de Kickstarter pero que ahora está disponible en Amazon:
Los Coffeemosters también andan por Instagram y Facebook.
(Vía Cultura inquieta).