Los «desconfortantes» (The Uncomfortable) o, como la palabra no existe en castellano, tal vez sería mejor llamar «incómodos», «desalentadores» o «deprimentes», son objetos cotidianos diseñados expresamente para resultar poco o nada confortables. Arte con un toque de humor absurdo e irónico:
(…) Esta colección de objetos cotidianos han sido rediseñados intencionalmente para que no sean prácticos. Mi trabajo pretende desafiar las suposiciones sobre la funcionalidad y el propósito de los objetos comunes y animarnos a repensar nuestra relación con el mundo que nos rodea.
Entre los diseños hay tazas y copas para líquidos que son cualquier cosa menos usables, cubiertos gruesos e incómodos, regaderas que no riegan y botas de agua impermeables pero a la vez abiertas cual sandalias. Estos trabajos pueden verse en exposiciones desde hace años; por España estuvieron en Toledo en 2015. En la versión web algunos se pueden ver en 3D y también existen como prototipos físicos.
A mi me recuerdan bastante a los objetos imposibles de Jacques Carelman, un artista cuyo trabajo, un «catálogo de objetos imposibles» se popularizó en los años 70 y 80 y que en Madrid al menos tuvieron una especie de recreación fotográfica bastante llamativa en cartelería bastante visible por las calles y transportes de la ciudad.
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