Por @Wicho — 30 de octubre de 2003
Hoy y mañana estoy participando en unas jornadas de formación organizadas por mi empresa que están teniendo lugar en la sede de una conocida fundación de mi ciudad.

Dicha sede está en un edificio antiguo restaurado que me encanta -yo mismo vivo en un piso antiguo restaurado- pero he observado un detalle que me ha recordado mucho a lo que dice Donald A. Norman en The Psychology of Everyday Things:
-well-designed objects are increasingly rare, for the present culture places a higher value on aesthetics than utility, even with such items as cordless screwdrivers, dresser drawers, and kitchen cabinets. In their concern for creating «art,» many designers don't seem to consider what people actually do with things.
Resulta que las puertas de los baños tienen los marcos de madera pero los paneles son de cristal translúcido (creo que tratado al ácido) decorado con unos dibujos en los que el cristal no ha sido tratado, por lo que es transparente en esas zonas.

Cuanta razón tiene Norman.
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