Por @Wicho — 30 de noviembre de 2017

El brutalismo es el movimiento arquitectónico basado en el uso de hormigón crudo a la vista, un estilo que no tiene demasiados fans, al menos según la Wikipedia:

Los edificios brutalistas están formados normalmente por geometrías angulares repetitivas, y a menudo permanecen las texturas de los moldes de madera que se emplearon para dar forma al material, que normalmente es hormigón (…) el edificio puede también ser brutalista si tiene una apariencia áspera y se aprecian sus materiales estructurales desde el exterior (…) El brutalismo es un estilo arquitectónico que se asoció con las ideologías de utopías sociales que tendían a promover sus diseñadores (…) El fracaso de la formación de comunidades positivas en estructuras brutalistas privó tanto a las ideologías como al movimiento de popularidad.

Pero para mí tienen su encanto, así que dejo por aquí el documental Bunkers Brutalism and Bloodymindedness Concrete Poetry, que consta de dos partes, la primera de ellas la que sale al principio de esta anotación, y la segunda aquí, para quien quiera regodearse en la brutal belleza de estas construcciones.

Y para seguir disfrutando de este placer culpable también están las cuentas de Instagram neobrutalism y socialistmodernism, que si bien no está dedicada especialmente al brutalismo sí le pilla lo suficientemente cerca.

(El documental vía Javier; las cuentas de Instagram vía Félix).

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