Por Nacho Palou — 4 de septiembre de 2014
O eso cree su constructor, José Manuel Hermo —que no tiene internet para comprobarlo—, un mecámico naval jubilado que ha dedicado unos 15.000 horas de trabajo construyendo distintos tipos de motores a escala. «Una vez haces la primera pieza ya quieres verlo en marcha. Ése es el problema.»
El vídeo es de hacer un par de años, pero no está de más recuperarlo después de verlo pasar por Digg.