Las esculturas de Dan Grayber son sistemas que combinan mecanismos, resortes, muelles, poleas y cables y elementos naturales, como piedras. Aprovechan la fuerza de la gravedad en su favor, para sostenerse por sí mismos y mantener el equilibrio. Es su única utilidad, «resolver por sí mismos el problema que supone su existencia. Cada escultura es la solución a su propio problema.»
Los mecanismos encerrados en una campana o cúpula de vidrio se mantienen en su posición utilizando un contrapeso —como una piedra— que tira de ellos hacia abajo. La masa del contrapeso suspendido provoca que el mecanismo se adhiera al vidrio, equilibrándolo en su posición.
«Mis esculturas —explica Dan Grayber— exiten en la confluencia entre la física y el arte. Se puede decir que todo mi trabajo experimenta con la tensión, la fricción y la gravedad, con la necesidad de encontrar el equilibrio. Y al mismo tiempo las esculturas son una metáfora de la perseverancia. Cada escultura representa la lucha por mantenerse en pie.»
Grayber diseña algunas de sus estructuras con lápiz y papel y con software de diseño en el caso de los modelos más complejos, y construye a mano todas las piezas de sus esculturas (excepto los muelles y tornillos), según explican en Make.
En su cuenta de Instagram se puede ver el proceso de diseño y de construcción de sus esculturas.