Dos astronautas en el módulo lunar por Chet Jezierski,
parte de la colección Eyewitness to Space
La NASA documenta sus programas hasta la extenuación –aunque luego pueda perder cosas– y cada lanzamiento es fotografiado por montones de cámaras.
Pero como dice la frase atribuida a Honoré Daumier, «la cámara lo ve todo, pero no entiende nada», y eso es algo que comprendió perfectamente James Webb mientras era director de la NASA.
Así que en 1962 encargó a James Dean –no el actor sino un empleado de la agencia que también era artista– que pusiera en marcha un programa de colaboración con artistas que estuvieran interesados en aportar su punto de vista sobre las actividades de la NASA.
El programa comenzó en 1963, con el último lanzamiento Mercury, y produjo 1754 obras hasta que, con la pausa entre los últimos lanzamientos Apolo y los primeros de los transbordadores espaciales, fue quedándose sin actividad, aunque con la llegada de los transbordadores espaciales el programa se reactivó en cierta medida, tal y como se puede leer en NASA and the Arts.
Tierra, espacio y Marte por Dale Meyers
La colección tiene ahora unas 3000 piezas, aunque algo más de la mitad están en el Museo Nacional del Aire y el Espacio, pues a mediados de los 70, tras el final del programa Apolo, James Dean se encargó de que fueran transferidas allí para que estuvieran bien cuidadas.
Estas piezas, aparte de en el museo propiamente dicho, aunque algunas piezas están cedidas a otras instituciones, se pueden ver en línea Eyewitness to Space.