Dos de los mundos de Adam Makarenko - clic en las imágenes para ir a los originales
Cualquiera que se pase por el canal de Instagram del artista canadiense Adam Makarenko pensaría casi con toda seguridad que se trata de creaciones hechas con programas de modelado en 3D.
Pero nada más lejos de la realidad. Incluso las imágenes aparentemente más sencillas están hechas fotografiando modelos de planetas creados físicamente por Adam contra un fondo también creado por él:
Un mundo en las manos de Adam Makarenko - clic en la imagen para el original
Los fabrica con poliestireno expandido (también conocido como corchopán en términos más informales) o bien con yeso. Luego les aplica una combinación de cola y pinturas para darles color y textura. Salen en gran parte de su imaginación, pero siempre basándose en los exoplanetas reales que los científicos van descubriendo. Dice que cada uno le lleva unas 24 horas.
Aunque la cosa se complica un poco cuando se trata de un exoplaneta visto desde, por ejemplo, una luna, como la segunda imagen de esta anotación. En este caso Adam tiene que crear también un diorama para colocar en primer plano de la imagen final… y ahí el tiempo que le lleva ya depende mucho de la complejidad del terreno y el tamaño al que necesite crearlo.
Un creador de mundos en acción - Adam Makarenko
En su Instagram podéis ver también alguna de las herramientas que usa para crear estas imágenes, en especial el hacedor de anillos, que me tenía particularmente intrigado.
Todos estos planetas y las imágenes que los recogen y les dan vida forman parte de su serie Exoplanets, que como él mismo explica:
Exoplanets es un conjunto de obras compuesto por modelos planetarios hechos a mano que son fotografiados. Todos los elementos de la imagen han sido creados en la cámara, incluyendo paisajes alienígenas, discos de acreción, planetas y telones de fondo estelares. Este nuevo trabajo cuestiona en última instancia la extensión de nuestro alcance tanto en el universo como en nuestra imaginación, y los extremos a los que llegaremos para encontrar un significado en nuestra propia existencia. Estoy haciendo un millar de ellos como un estudio artístico, y un testamento a la vasta realidad que existe más allá de nosotros.
Aunque está por ver que se pare cuando llegue a mil, que no debe faltarle mucho ya, pues hace un año ya andaba por los 900. De hecho ha hecho un calendario y dice que todo lo que saque con las ventas lo destinará a crear nuevos mundos. Y a café. Que sin café es casi imposible salir de casa, así que mucho menos alcanzar los confines del universo.
Sus fotografías de miniaturas tampoco tienen desperdicio, por cierto.
(Vía Prof. Abel Méndez).
