Por @Alvy — 14 de febrero de 2018

IoHO1

El Instituto de la Obsolescencia Humana es una instalación artística de Manuel Beltrán, que se instaló en La Haya, de esas que resultan tan intrigantes como en cierto modo aterradoras.

La existencia del IoHO parte del planteamiento de que los seres humanos ya estamos obsoletos pero que podemos ser usados para generar electricidad que alimente a las máquinas – en este caso a través de un traje con generadores termoeléctricos.

Mmm…

Morpheus + Battery«Matrix es un mundo imaginario generado por ordenador.
Construido para mantenernos bajo control y convertir el ser humano… {¡Ding!} … En esto.»

En la experiencia participaron 37 humanos que cedieron 212 horas de su existencia –en turnos de 1, 2 o 3 horas– para generar 127 Wh de electricidad con los que se minaron 16.954 criptomonedas «de diversas tipos, en especial las de mayor crecimiento» (Litecoin, Lisk, Startcoin, Ethereum, Dash, Vertcoin). Según calcularon en los Países Bajos se podrían obtener unos 1.700 KWh en total (cada persona irradia unos 100 Wh de calor).

IoHO1

¿Qué reciben los humanos a cambio de su flujo vital y de no hacer absolutamente nada excepto estar quietos y tumbados? El 80% de los beneficios – el resto se lo queda Matrix, perdón, el Instituto. Dependiendo de cómo esté la cotización, oye, te puedes sacar unas perrillas.

(Vía The Next Web.)

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