El artista japonés Yukiko Morita utiliza pan de verdad para construir lámparas. Actualmente su colección Pampshade consta de siete panes que se iluminan mediante ledes, enchufados o con pilas. Los precios quedan lejos de los de la pistola de pan: entre 30 y 80 euros por un pan brillante que no te puedes comer.
Todo el proceso de fabricación de las lámparas como panes se hace a mano. Se amasan y se hornean como cualquier otro pan, el mismo que usarías para acompañar un guiso de ternera. A partir de ahí comienza la conversión del pan en lámpara: primero se le aplica una capa de resina que evita que el pan se degrade y se abren unos pequeños huecos en los que se colocan las bombillas led y las pilas. Las bombillas se colocan teniendo en cuenta cuál es la forma y la textura de cada pan.
Puede parecer algo trivial, pero según Designboom Morita tuvo que comerse en sentido figurado 300 panes antes de dar con la tecla para lograr pampshades perfectos.