Este extraño cortometraje experimental se titula Sunspring. Es una idea de Oscar Sharp (cineasta) y Ross Goodwin (tecnólogo) que partió del reto de crear una «máquina capaz de escribir guiones». Con ideas basadas en las redes neuronales crearon Jetson, un software al que se puede alimentar con textos de todo tipo y dar unas pocas instrucciones básicas. Y este es el resultado.
A Jetson lo alimentaron con decenas de guiones de ciencia ficción, desde 12 monos a X-Men, pasando por Blade Runner, The Matrix y todos los clásicos. Quizá por eso acabó un poco agilipollaíco, todo sea dicho.
Le propusieron como inputs unas premisas como el título, dónde transcurriría la acción y una «idea científica opcional» («en el futuro hay mucho paro y la gente tiene que vender su sangre»). Y esperaron al resultado. La salida de la «máquina» fueron unas cuantas páginas; un guión bastante aparente.
Después contrataron a unos actores, gente de vestuario y atrezzo y lo organizaron todo de cara a un rodaje en 24 horas. Y, tal y como dicen, el cortometraje muestra el resultado de su «intento» de rodar algo con eso.
Si todo tiene un aire extrañamente absurdo es porque es lo que es. Los actores de hecho parece que trabajaron de lo lindo, como quien tiene que leer un diálogo en un idioma que ni siquiera entiende. En definitiva: un buen intento que debería tranquilizar a los guionistas de todo el mundo, porque parece claro que hasta dentro de un tiempo Sunspring no les hará la competencia. Debe mejorar y mucho.