El artista y diseñador Robin Stam propuso algo rebuscadamente ingenioso: recrear los puentes imaginarios de los billetes de euro en la localidad de Spijkenisse, en el sur de Holanda. Esos puentes que vemos cada vez que sacamos un billete en realidad nunca habían existido, eran puros diseños imaginarios y políticamente correctos para ilustrar los billetes europeos.
Stam construyó en total siete puentes y monumentos para otros tantos billetes, coloreados según los tonos originales – lo cual los hace especialmente horterillas en algunos casos, como el amarillo de 200 euros o el Bin Laden morado de 500.
La situación no deja de ser curiosa pues los símbolos imaginarios de europa han dejado de ser imaginarios para tener un equivalente real. ¿Pierden debido a ello su función? Curiosamente, coincidiendo más o menos en el tiempo con la aparición de estas construcciones también llegó el nuevo billete de 5 euros:
Quizá el artista tenga que elegir ahora otra ciudad para esta llamada nueva generación de billetes de euro, que aunque son más bonitos y seguros también son más porculeros al no funcionar en muchas de las máquinas expendedoras y porque la gente no se fía de ellos.
{Foto: Pile of Euro Notes (CC) Images Money @ Flickr / New 5 euro (CC) Alvy}