Por Nacho Palou — 30 de enero de 2017

2b47b0a1d7b0c7aa25c00aee775638e9

Deep Future es una exhibición que combina astronomía, arte y artesanía, ciencia y robótica para dibujar los mapas estelares del hemisferio norte a lo largo de los próximos 100.000 años en intervalos de 10.000 años.

Este intervalo es lo suficientemente grande como para registrar los movimientos de la estrella polar en el cielo o, mejor dicho, para registrar el cambio de posición de la estrella Polar debido a los cambios en el eje de rotación de la Tierra. La estrella polar está situada muy próxima al polo norte celeste, hacia donde apunta el eje de rotación de la Tierra, pero su presencia cambia a lo largo de los tiempos. «Incluso la referencia más fiable para la navegación, la estrella polar, no es permanente.»

Esa estrella es actualmente Alfa Ursae Minoris en la cola de la Osa Menor, pero no siempre ha sido así: «hace 4800 años, la estrella más cercana al polo norte celeste, es decir, la estrella polar de aquella lejana época, era Thuban (Alfa Draconis) (...) y a principios de nuestra era no había ninguna estrella brillante que indicara el lugar del polo.»

La instalación Deep Future utiliza software de código abierto para calcular el movimiento de la bóveda celeste y un mecanismo robotizado construido a medida para dibujar con cera de abeja sobre tejido que luego se tiñe de de azul para representar el cielo nocturno (Se usa una antigua técnica de dibujo en la que la cera de abeja actúa como máscara para impedir que el índigo tiña los trazos. Al eliminar la cera se revelan los trazos en el color blanco del lienzo teñido). «Queríamos crear una serie de imágenes poéticas que visualizaran el futuro del futuro y que revelan lo efímero que puede llegar a ser algo que consideramos permanente», explica Matthew Cottam.

En The Creators Project: A Robot Drew Star Charts for the Next 100,000 Years.

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar