Unos investigadores y diseñadores de la RMIT University han creado esta fuente tipográfica llamada Sans Forgetica con un objetivo en mente: que haga más fácil recordar lo que se lee.
El efecto lo consiguen a partir de una tipografía relativamente normal y corriente (de palo) a la que se le eliminan pequeños fragmentos clave de sus rasgos. La teoría –basada en algo llamado psicología cognitiva– es que al resultar más difícil de leer el cerebro tiene que esforzarse más en comprender lo que está viendo, haciendo que aunque se pueda leer el texto también se «estimule», activando más la memoria.
Así que quien tenga que memorizar largas listas de nombres, términos o definiciones para ir al Pasapalabra o lo que sea, ya sabe. A mi me parece que la tipografía es quizá demasiado confusa, y que algunas letras como la r/n tienden a malinterpretarse – pero hay que tener que tener en cuenta que su función no es la legibilidad, sino que sean memorables.
La Sans Forgetica se puede descargar en formato OpenType y también como extensión de Chrome.