Por @Wicho — 12 de abril de 2017

Self Reflected es una obra de arte que intenta hacernos reflexionar acerca del kilo y pico de materia gris que hay dentro de nuestros cráneos y que nos hace ser quienes somos; su funcionamiento es uno de los grandes misterios a los que nos enfrentamos.

Es un trabajo de Greg Dunn (neurocientífico y artista) y de Brian Edwards (físico y artista) que si bien no reproduce un cerebro real sí está diseñado para que al moverte delante de él o al hacer que cambien la iluminación bajo la que lo ves se «activen» diferentes zonas del cerebro que sabemos que trabajan a la hora de hacer ciertas actividades.

Tronco del encéfalo y el cerebelo
Tronco del encéfalo y el cerebelo

Para ello han utilizado una técnica que se llama micrograbado que permite hacer que distintas partes de la obra reflejen la luz de distinta manera.

Lo propio sería verla en directo, pero a falta de eso –y de los más de 200.000 dólares que piden por una reproducción– los vídeos tampoco están mal.

(Vía Ana Ribera).

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