La idea del “telectroscopio” se supone que data de la época victoriana. Consistía en una especie de enorme telescopio que, con un intrincado sistema de lentes y espejos permitía, ver de un lado al otro del mundo a través de un largísimo túnel que atravesaba el planeta por debajo del Océano Atlántico.
Ahora y hasta mediados del próximo mes de junio, la instalación artística The Telectroscope, utilizando cámaras, pantallas y conexión a Internet permite recrear la idea del “telectroscopio”, permitiendo que londinenses y neoyorkinos se vean las caras en tiempo real —sin tener que horadar la Tierra.
(Vía Cuarto derecha.)