The Mill Blackbird es un coche eléctrico diseñado por la productora The Mill. Se conduce como cualquier otro coche; se puede modificar su comportamiento y la respuesta de su motor eléctrico para imitar el dinamismo de cualquier vehículo. Hasta es posible modificar algunas de las medidas físicas del Blackbird, como la batalla o distancia entre ejes, la altura de la suspensión o las llantas.
Su aspecto es el de un vehículo con estructura tubular desprovisto de la carrocería exterior. Después de filmar la escena que sea con el Blackbird —para una película, un anuncio o un videojuego, por ejemplo— la carrocería se añade digitalmente, por ordenador: «de modo que el Blackbird puede utilizarse para grabar el anuncio de un Chevy Spark un día, y el de Aston Martin la semana siguiente», explican en The Vehicle Making Car Commercials a Beautiful, Digital Lie.
La principal ventaja de no utilizar el «coche de verdad» es que la producción no depende de la disponibilidad «física» del coche, con un color o acabo específico. La misma producción puede reutilizarse cambiando el «disfraz» del coche; si por ejemplo de un mercado a otro el coche tiene alguna variación estética o si el modelo del año siguiente viene con un rediseño o con un lavado de cara no es necesario grabar de nuevo el anuncio.»