Por @Alvy — 5 de abril de 2016

Luiz Ludwig ha explorado lo que le sucede a las letras cuando se comportan como objetos a los que les afectan las leyes físicas: gravedad, antigravedad, viento… Una extraña pero deliciosa combinación.

En el ejemplo se utiliza la Helvética de toda la vida, pero es interesante pensar en todo lo que se podría explorar sobre las tipografías si fueran un poco más «a la antigua usanza» (tipos móviles) y tuvieran volumen, peso u otras características que las hicieran más cercanas al mundo físico más allá del de los libros, revistas y el diseño sobre una pantalla.

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