Todo el mundo tiene tipografías que le gustan más o menos, pero los diseñadores guardan un odio especial en su corazón para algunas de ellas. Y no solo hablamos de la Comic Sans o la Arial; también están ahí la Trajan (usada en todos los pósteres de película, da igual el género), la Bank Gothic (de los pósteres que no usan Trajan), las ilegibles Papryus y Zapfino o la atípica Lobster. Hay diez en Creative Market: 10 fonts that designers love to hate.
También están incluidas Helvetica y Times Roman, reinas de esa relación amor-odio que tan bien define el mundo del arte: todos los diseñadores las elogian hasta más allá del infinito pero también todos reniegan de usarlas.
(Vía Taxi.)