Si te gusta la tipografía y también el cine, es tu día de suerte. Y una vez que leas sobre esto, ya no podrás olvidarlo cada vez que veas una película. El caso es que Mark Simonson publicó hace dos décadas un interesante artículo con algunos ejemplos de Typecasting —la selección de tipografías para los objetos que se ven en una película– que también puede convertirse en una especie de afición / entretenimiento / manía consistente en buscar anacronismos tipográficos respecto a ellas.
Los anacronismos tipográficos indican que hay algo mal en la imagen, normalmente que la película transcurre en una época determinada pero lo que se ven son tipografías más modernas, que no se inventaron hasta mucho después. ¡Fallo! Como cuando se ve a alguien con un reloj de pulsera en una película de romanos, vamos.
En el artículo se dan muchos ejemplos, como por ejemplo el uso de la Helvética (1957) en la película Tucker, que transcurre entre los años 1940 y 1950. Además de rótulos normalmente las películas muestran periódicos, carteles o folletos; encontrarse tipografías fuera de su tiempo como Blippo (de los 70) en una película ambientada en los años 30 o 40.
Tal vez la más llamativa es un periódico que aparece en Ed Wood (situado hacia 1950) en el que aparece no sólo la Helvética, sino además en diversos estilos «distorsionados» (cursiva, comprimida) que serían imposibles con la tecnología de la época.
Otro de mis anacronismos favoritos es el uso de la famosa tipografía de Apple, Chicago (1984), también en Ed Wood, en uno de los rótulos de un edificio. Esta tipografía tiene la doble maldición de que fue la que se usaba en el Finder del sistema operativo de los Macintosh originales, y por tanto era básicamente pixelada. Con el tiempo se le añadieron algunas curvas y se readaptó a formato vectorial porque la gente se empeñaba en usarla en las impresoras láser PostScript de la época (aunque quedara fatal). El efecto es una tipografía pixelada de un mundo de ordenadores en una película que sitúa a los personajes en los años 20, 30 o 50 (!)
He querido dejar para el final la que es quizá la más cruel que menciona el artículo: la utilización de la infame Cómic Sans (1995, ¡vade retro!) en la película Pleasantville, ambientada en los 50. Quizá porque aquello de que es una «tipografía infantil» aparece en unos dibujos-animados-dentro-de-la-película. Aunque Simonson sugiere que podría ser un «sutil guiño visual a los espectadores»… me da a mí que no.
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