Mohamad Hafez nació en Siria. Y aunque ahora vive en los Estados Unidos y tiene la residencia permenente concedida –la famosa tarjeta verde– las condiciones de su visado de entrada al país cuando se fue para allí a estudiar arquitectura le obligaron a no salir de él en siete años. Así que al poco de llegar, y cargado de nostalgia, se puso a hacer maquetas que –más o menos– representaban su Damasco natal.
Ahmed Badr es escritor y poeta y aunque ahora es alumno de la Universidad Wesleyana en Connecticut su llegada a los Estados Unidos fue como refugiado, huyendo de su Iraq natal.
Juntos han creado Unpacked: refugee baggage, una exposición que recoge las historias de diez familias de refugiados y las cuenta mediante una maqueta hecha por Mohamad que va montada dentro de una maleta por lo que las maletas significan –algunas de ellas han sido donadas por judíos cuyos abuelos llegaron a los Estados Unidos huyendo de la persecución en Europa–.
Cada una de ellas tiene además conectados unos cascos en los que se recoge la historia de las personas que representan las maletas.
Por ahora tienen sólo diez maletas, pero esperan llegar al menos a las 50, una por cada estado de los Estados Unidos. Los audios correspondientes a tres de ellas están en línea, la de la familia Badr, la de Fereshteh, y la de Um Shaham, la madre de Shaham.
Su idea es humanizar a los refugiados, inmigrantes y musulmanes e intentar que personas de cualquier parte del espectro político puedan entenderlos mejor.
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Los padres de Mohamad huyeron de Siria al poco de empezar la guerra civil y ahora viven en Dubai. Su hermana y su cuñado hicieron lo propio y tras cruzar el Mediterráneo en un bote hinchable ahora viven en Suecia. Mohamed y su familia se ven muy raramente.
(Vía Mashable).