Por @Alvy — 27 de diciembre de 2006

De entre todas las curiosidades numéricas y probabilísticas del pasado sorteo de la Lotería de Navidad una no pasó desapercibida para los periódicos: tal y como cuentan en La Razón en el artículo El colmo de la suerte: dos sevillanos se llevan el Gordo y el segundo premio. Resulta que dos vecinos de Santiponce compraron décimos del número del Gordo (20297) en la administración de loterías de su ciudad y también décimos del que fue el segundo premio (37368) a una amiga que los trajo de Madrid. Tal y como cuentan en El País:

Jugando sólo dos décimos, la probabilidad de que suceda algo así es de uno entre 7.200 millones.

(En realidad creo que lo han calculado mal porque simplemente han multiplicado 1/85.000 por 1/85.000… Sin tener en cuenta que es justo el doble: puede suceder que el boleto A gane el Gordo y el B el segundo premio, o viceversa).

También resulta totalmente asombrosa una de las coincidencias comentadas en Top 15 Strangest Coincidences. Resulta que el 28 de junio de 2000 el periódico Columbian de Oregón imprimió por error, en la sección de loterías, los números ganadores del día anterior pero del estado de Virginia. Ese mismo día, esos números (6-8-5-5) fueron los ganadores de la lotería Pick 4 del propio estado de Oregón, por lo que resultó que el periódico en cierto modo «predijo por adelantado» los números ganadores que saldrían ese mismo día. Todo se debió a un problema informático: un ordenador se rompió y al recuperar la página del día anterior para sobreescribir los nuevos números y enviarlos a imprenta alguien se equivocó. Las probabilidades de acertar los cuatro números del Pick 4 en el orden correcto son de una entre 10.000. Las de que el periódico tuviera un problema y se publicara una errata que luego acertara el sorteo… difíciles de calcular, «gazillions» como les gusta decir en inglés.

En el caso de la lotería de Oregón, un lector se dió cuenta de lo que había pasado y lo comunicó a la organización, quien ante la «improbabilidad» de lo sucedido avisó a la policía por si se hallaban ante algún tipo de fraude. La investigación desveló el problema informático y lo que había pasado realmente. En España es bien sabido que cuando hay gente que tiene demasiada buena suerte Hacienda investiga si no ha habido compra de billetes ganadores (cuyos premios están libres de impuestos) para blanquear «dinero negro». En Estados Unidos donde las loterías instantáneas son bastante populares suelen investigar a los loteros a los que les toca la lotería porque el número de fraudes es tan desproporcionadamente elevado entre los establecimientos que venden lotería que resulta demasiado llamativo. En esos casos suele pasar que roban boletos premiados a ancianitos.

Una última curiosidad de la lotería de navidad de este año tiene que ver con la mítica administración de La Bruixa D’Or (La Bruja de Oro) de Sort. Este año vendió 4,2 millones de décimos, lo cual supone casi un 3% de todos los que se pusieron a la venta. Tal volumen les habría permitido incluso haber vendido unos 50 décimos de cada número posible que entraba en el sorteo. Sin embargo, no repartió ninguno de los premios mayores, teniendo que conformarse con «pura calderilla», en palabras de sus propietarios. Definitivamente parece que La Bruixa en vez de un secreto simplemente tuvo buena suerte estos años pasados.

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