Por @Alvy — 8 de Noviembre de 2017

Tom Scott y el criptógrafo Nick Sullivan explican en este vídeo como la empresa Cloudflare –dedicada a servicios de contenidos y seguridad en Internet– utiliza en sus servidores varios métodos físicos, a cual más curioso y llamativo, para generar números aleatorios.

Uno de ellos es un gigantesco mural de coloridas lámparas de lava. Expuesto en su oficina, una webcam toma una fotografía de vez en cuando y el resultado –con infinitas y caóticas variaciones de luz, color y píxeles– se procesa automáticamente mediante una función matemática hash para generar un valor semilla que alimenta un generador de números aleatorios en el kernel de Linux de los servidores.

Sabemos por la teoría que matemáticamente sólo se pueden generar números pseudoaleatorios, algo que no impide que usemos criptografía bastante fiable todos los días. Pero en Cloudflare pensaron que añadir este factor sería un plus. Normalmente se utilizan métodos como los movimientos del ratón, el tiempo entre pulsaciones de teclas o el ruido electrónico.

Además de las lámparas de Lava en la sede de Londres tienen otro curioso montaje: un doble péndulo caótico que se graba en vídeo y con el cual también se generan semillas para los generadores aleatorios. Y en la sede de Singapur utilizan una fuente radioactiva con la misma finalidad. Más aleatorio, difícil.

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