Por @Alvy — 2 de diciembre de 2009
El mayor premio de la historia de la Quiniela (9,1 millones de euros) lo ganaron futbolistas. Otro colectivo que no alcanza a entender que si formas parte del espectáculo, ya seas árbitro o jugador, no deberías siquiera plantearse participar en las apuestas ni mucho menos utilizar esa posición privilegiada para manipularlo.
La noticia de que un grupo de futbolistas había clavado un pleno al 15 y se habían llevado más de 9 kilos no provocó entonces ningún revuelo, ni se planteó la cuestión actual sobre si es lícito que los protagonistas de los partidos apuesten. Muchos de los inversores de la peña quinielística jugaron esa jornada encuentros de Liga válidos para el boleto.
No se puede ser juez y parte, ni jugador en un partido y apostante en ese partido, ni bola del bombo que juega a la lotería.