Por @Wicho — 20 de mayo de 2014

La antena de Holmdell
La antena de Holmdel en 1962. Hoy en día ha sido declarada monumento nacional – NASA

El 20 de mayo de 1964, mientras trabajaban en poner en marcha su receptor más sensible hasta la fecha, Arno Penzias y Robert Wilson detectaron lo que en principio parecían unas interferencias. Pero fueron incapaces de detectar su origen para poder eliminarlas, incluso después de haber limpiado la mierda de pájaro de la antena.

Tras montones de pruebas y hablar con otros astrofísicos quedó claro que lo que estaba detectando la antena de Holmdel era la radiación de fondo de microondas, los restos del Big Bang.

Es el equivalente, salvando todas las distancias, a cuando se produce una explosión y durante un rato te pitan los oídos.

El descubrimiento es enormemente importante, y es uno de los pilares que confirman que la teoría del Big Bang es correcta. E incluso les mereció el Nobel a Penzias y Wilson, en lo que a mi modo de ver las cosas, es una de los Nobel más discutibles de la historia, pues su descubrimiento no fue fruto de un duro trabajo sino cuestión de suerte. Y de varias cagadas. Aunque fueran ajenas.

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