Por @Alvy — 29 de julio de 2008

Como es bien sabido las simpáticas abejas utilizan sus «bailes» y movimientos para indicar las distancias a sus objetivos, pero al parecer según las diferentes familias de abejas (hay nueve en todo el planeta) lo hacen de un modo u otro.

En un experimento las abejas europeas indicaban con un baile que el alimento estaba a unos 400 metros, mientras que esos movimientos en el «dialecto» de las asiáticas equivaldrían a unos 600; abejas de una especie mezcladas con las otras quedaban algo confundidas.

Lo interesante fue que al cabo de un tiempo de haber mantenido a las abejas juntas, aprendieron a comunicrse entre ellas, confirmándose así que las abejas también pueden «aprender idiomas».

Todo esto de los experimentos con abejas es realmente apasionante, sobre todo porque es difícil de imaginar cómo se llevan a cabo. Creo recordar que en alguno de los libros de Richard Dawkins se explicaban con detalle cómo se diseñan, cómo se seleccionan y marcan las abejas y cómo se hacen pruebas para entender cuáles de sus rasgos son genéticos y cuáles aprendidos durante su vida. La historia de cómo se ha descubierto el «cómo funciona» su peculiar lenguaje de movimientos de orientación es apasionante.

(¡Gracias por el enlace, Wasabinoise!)

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