Por @Wicho — 2 de febrero de 2010

Durante la campaña electoral Barack Obama no había hablado apenas de qué pensaba hacer respecto a la NASA en casod e ganar las elecciones, y después de ser elegido tampoco había mucha información al respecto, salvo la puesta en marcha de comité Augustine, encargado de estudiar la viabilidad de los planes en marcha de la agencia y, en caso necesario, de proponer alternativas, y que en su momento no pintó una situación nada halagüeña.

Así, ayer se hacía finalmente público el plan de la administración Obama para la NASA, que pasa por añadir 6.000 millones de dólares a su presupuesto repartidos en los cinco próximos años, de los que unos 3.200 irán directamente destinados a darle mayor capacidad de hacer ciencia a la agencia.

Este plan de futuro pasa también por la cancelación del programa Constelación, pues se considera que va excesivamente retrasado y pasado de presupuesto, y, sobre todo, que carece de la innovación necesaria para justificarlo, pues aún si se aumentaran los fondos destinados a este programa se estima que lo único que haría sería reproducir muchos de los logros del programa Apolo pero 50 años después.

Ares I-X en vuelo - NASA
El Ares I-X, demostrador tecnológico del programa Constelación, en vuelo - NASA

Esto, por supuesto, pone fin también a los planes de George W. Bush de colocar un hombre de nuevo en la Luna a corto plazo y de llegar a Marte con una misión tripulada.

Así, la nueva estrategia de la NASA se basa en la puesta en marcha de tres nuevos programas de exploración para colocar a la agencia de nuevo en primera línea en lo que se refiere a la investigación espacial:

  1. Programa de demostraciones tecnológicas, que se lleva 7.800 millones de dólares en los próximos cinco años, para desarrollar tecnologías que reduzcan el coste y expandan las capacidades de las futuras actividades de la agencia, incluyendo repostaje de combustible y almacenamiento de componentes en órbita.
  2. Investigación y desarrollo de sistemas de propulsión y lanzamiento pesados. 3.100 millones de dólares para desarrollar nuevos sistemas, propelentes, materiales, y procesos de combustión para poner cargas pesadas en órbita.
  3. Exploradores robóticos. 3.000 millones para desarrollar medios efectivos para explorar objetivos dignos de ser investigados a fondo y para identificar posibles peligros y recursos para que más tarde sean visitados e incluso habitados por seres humanos.

A estos hay que añadir un aumento del 42 por ciento en lo que se refiere al presupuesto del programa de investigación humana.

Otros puntos a destacar del nuevo presupuesto de la NASA son:

  • Mejor aprovechamiento de la Estación Espacial Internacional, que ve como se aumenta su presupuesto en algo más de 2.400 millones de dólares hasta 2015 y deja abierta la posibilidad de mantenerla en servicio hasta 2020 y más allá si hay acuerdo con los otros países que participan en ella.
  • La utilización de servicios comerciales para poner en órbita tripulaciones y carga mientras se desarrolla el sustituto de los transbordadores espaciales, para lo que se destinan 6.000 millones de dólares en estos próximos cinco años. La idea es que la NASA contrate estos servicios mediante concursos públicos y que esto sirva para estimular los desarrollos de la industria privada.
  • 600 millones de dólares a mayores para que los transbordadores espaciales puedan completar las misiones previstas a la Estación Espacial Internacional aunque una de ellas se pueda ver retrasada hasta 2011.
  • La modernización del Centro Espacial Kennedy para convertirlo en la base de los lanzamientos del siglo XXI y así aumentar su eficiencia y reducir los costes de lanzamiento, no solo para la NASA sino también para otros usuarios.
  • Fondos para el desarrollo de nuevas tecnologías para ayudar a los Estados Unidos a mejorar su posición en las áreas más importantes de investigación, prepararse para el futuro, y generar innovaciones que hagan las actividades espaciales gubernamentales y comerciales más capaces y económicas.
  • Aumento de las inversiones en ciencias de la Tierra y el clima.
  • Aumento de la inversión en ciencia planetaria tanto para enviar misiones a otros planetas del sistema solar como para identificar y catalogar objetos próximos a la Tierra o como para poner de nuevo en marcha la producción de Plutonio-238 como combustible para sondas espaciales, pues a la NASA se le está acabando.
  • Se mantienen en marcha las 15 misiones activas dedicadas a la astrofísica, el compromiso de lanzar el telescopio NuSTAR en 2012 y el satélite Astro-H en 2014, y se intenta asegurar a un 70% el lanzamiento del telescopio espacial James Webb en 2014.
  • LA NASA mantendrá en funcionamiento 17 misiones dedicadas al estudio del Sol con el lanzamiento del observatorio SDO en febrero, y trabajará para el lanzamiento de las sondas RBSP en 2012 y de los satélites MMS en 2015. También se pone en marcha la Solar Probe Plus, y recibe también fondos la colaboración con la ESA en el Solar Orbiter.
  • Se aumenta también el presupuesto para en aeronáutica, colaboración con otras agencias, y educación.

Personalmente, me parece importante que se le quiera dar mayor importancia al aspecto científico del funcionamiento de la agencia. Y creo que es un acierto la cancelación del programa Constelación, ya que tiene toda la pinta de que las empresas privadas que están trabajando en el acceso al espacio van a llegar allí antes que la propia NASA, que obviamente tendrá que asegurarse que las naves que use en el futuro sean al menos tan seguras como lo son las que usa en la actualidad.

Así la NASA podría centrarse de nuevo en intentar ir más allá de lo hecho hasta ahora y no en recrear cosas que se hacían hace prácticamente cincuenta años.

Lo que no han dicho claramente es qué pasos van a seguir en el futuro inmediato respecto a volver a conseguir la capacidad de poner astronautas en órbita, pero todo indica que seguirán el «camino flexible» indicado por el comité Augustine que consistiría en ir desarrollando poco a poco las nuevas capacidades de la agencia para poner humanos en órbita y luego ir aumentando poco a poco los objetivos planteándose entonces llegar de nuevo a la Luna y más allá.

En cualquier caso, lo importante es plantearse en qué circunstancias tiene sentido poner astronautas en el espacio y no ponerlos porque se puede.

El gran problema con el que se enfrenta Barack Obama es que tendrá que conseguir hacer pasar este nuevo presupuesto por el Congreso, con lo que es más que probable que de aquí a entonces sufra cambios, en especial en lo que se refiere a la cancelación del programa Constelación, algo a lo que se opondrán con uñas y dientes aquellos congresistas en cuyos estados se puedan perder inversiones y/o puestos de trabajo por esto, y de hecho algunos ya han puesto el grito en el cielo al conocer los nuevos planes para la NASA.

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