Impresión artística de la ISEE3-ICE
Lanzada en agosto de 1978, la sonda International Sun/Earth Explorer 3, Explorador Internacional del Sol/Tierra 3, tenía como objetivo estudiar la interacción entre el viento solar y el campo magnético terrestre.
Terminada su misión original, la NASA decidió enviarla en 1982 al encuentro del cometa Giacobini-Zinner y más tarde del Halley, aunque no se acercó a este a menos de 28 millones de kilómetros, con lo que el término acercarse adquiere en este contexto una cierta relatividad.
Hecho esto, la NASA –se ve que la ESA no pintaba mucho en esto a pesar de formar parte de la misión– decidió enviar a la sonda, que por lo de los cometas había sido rebautizada ICE, de International Cometary Explorer, Explorador Internacional de Cometas, a explorar eyecciones de masa coronales procedentes del Sol y estudiar los rayos cósmicos, algo que estuvo haciendo hasta 1997, cuando la NASA decidió declarar el fin de la misión.
La sonda, de todos modos, seguía funcionando, como pudo comprobar la agencia en 1999 cuando una comprobación mediante la Deep Space Network permitió ver que aún seguía viva.
Pero como los tiempos avanzan que son una barbaridad en una de las actualizaciones de la DSN la NASA decidió retirar los equipos que permitían el contacto con la ICE, o que se supone que ya la condenaba a vagar por el espacio por su cuenta para siempre jamás.
Sin embargo la órbita de la ICE la traía de vuelta este año a las proximidades de la Tierra, por lo que entre los aficionados a la exploración espacial se empezó a hablar de la posibilidad de intentar retomar el contacto con la sonda y ver si aún se podía usar.
Órbita de la ISEE-3
La NASA dijo rápidamente que no disponía de los recursos humanos, técnicos ni económicos para hacerlo, pero sin embargo sí fue capaz de firmar un permiso para que un grupo de aficionados intentaran hacerlo.
Y hete aquí que hace unos días el ISEE-3 Reboot Project, que se está financiando mediante crowdfunding, consiguió, tras localizar los equipos pertinentes y ponerlos en marcha, ponerse en contacto con la sonda, tal y como se puede leer en ISEE-3 Reboot Project Update: BULLSEYE! and More.
Falta aún para que puedan controlarla de todo, y el tiempo corre en su contra, ya que el próximo 17 de junio se produce la máxima aproximación a la Luna, lo que complica más modificar su órbita para capturarla por la atracción lunar, por no hablar de que no se puede excluir la posibilidad de un impacto contra esta.
Pero bueno, hace unas semanas ni la NASA daba un céntimo porque esto fuera posible.
Si el ISEE-3 Reboot Project consigue finalmente hacerse con el control de ISEE-3 la idea es colocarla en una órbita en la que ciudadanos y científicos de todo el mundo puedan usar los instrumentos de a bordo de esta para realizar experimentos, aunque habrá qué ver cómo se gestiona eso.
La de esta sonda es una historia que quizás a algunos les produzca sueño, pero para los aficionados a la investigación espacial es una historia increíble de cómo la tecnología ha avanzado tanto como para permitir que un grupo de aficionados tenga posibilidades de triunfar en algo que toda una agencia espacial tan siquiera se ha planteado intentar.
Se pueden seguir los avances de esta iniciativa en @ISEE3Reboot.
(Agunos datos vía Naukas).