Jota - ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA
Aún no tiene nombre –aunque habrá un concurso para ponérselo– pero desde hoy sabemos que Philae, el aterrizador de la sonda Rosetta, se posará sobre el punto por ahora conocido como J de los cinco que los responsables de la misión habían seleccionado como candidatos.
Tal y como se puede leer en El lugar para el aterrizaje de la sonda Rosetta es el 'J’ el sitio escogido está en lo que se denomina como cabeza del cometa 67P-Churyumov/Gerasimenko, mientras que el sitio de respaldo, conocido como C, está en el cuerpo de este.
J en contexto - ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA
Ninguno de los sitios cumple al 100 por cien las condiciones deseadas, a saber:
- Tiene que ser posible mantener el contacto con Rosetta, que es quien actúa como relé de comunicaciones con el control de la misión.
- No puede haber grandes rocas, grietas profundas, o grandes pendientes; es importante tener en cuenta además que cuando se habla de puntos de aterrizaje en realidad los responsables de la misión hablan de una elipse de aproximadamente un kilómetro cuadrado de extensión.
- Debe recibir la suficiente luz como para que Philae pueda recargar sus baterías con sus paneles solares, pero tampoco tanta como para que se pueda calentar de más.
Pero J resultó ser el mejor en la opinión unánime de todos los encargados de tomar la decisión.
La zona en la que se encuentra –no es posible saber si Philae tocará tierra exactamente en J, pues su sistema de navegación autónomo puede decidir desviar la trayectoria si detecta grandes rocas, grietas, o una pendiente demasiado pronunciada– es la más segura de todas, con pendientes de menos de 30 grados en casi toda su superficie y muy pocas piedras.
Philae necesitará unas siete horas para llegar a la superficie de 67P desde que se separe de Philae.
Philae aterrizando
Una vez allí se sujetará en el sitio con arpones y tornillos, ya que aunque su masa es de 100 kilogramos su peso sobre 67P será de aproximadamente un gramo, con lo que un chorro de gases que saliera del núcleo de 67P podría lanzarlo al espacio.
Por eso la ESA quiere que aterrice antes de mediados de noviembre, para que el nivel de actividad del núcleo de 67P no sea demasiado elevado.
La fecha escogida para este primer contacto de la humanidad con el núcleo de un cometa, el 11 de noviembre de 2014.
Los 11 instrumentos de Rosetta y los 10 de Philae permitirán los científicos podrán hacerse una idea de las condiciones físicas que reinaban en cuando se formó el sistema solar.
Rosetta y Philae acompañará a 67P en su recorrido alrededor del Sol hasta que unos meses después de pasar por su perihelio, lo que ocurrirá el 15 de julio de 2015, estén demasiado lejos del Sol como para obtener la energía suficiente mediante sus paneles solares para poder seguir funcionando.