David de NatGeo visitó un laboratorio en el que fabrican agua ultrapura: agua a la que se le ha eliminado absolutamente todos los productos minerales que no sean oxígeno o hidrógeno (H2O). En cierto modo es como el agua destilada, que pasa por diversos filtros para eliminar los minerales, pero un paso más allá.
Al igual que el agua destilada, el agua ultrapura se puede beber. Eso sí: no tiene absolutamente ningún sabor, no tiene «cuerpo», no tiene el más mínimo rastro de algún mineral que la caracterice. Pero también advierten: beber agua ultrapura puede ser muy perjudicial a largo plazo para la salud: nuestro cuerpo está acostumbrada a encontrar y extraer ciertos minerales en el agua; si se bebe solo agua que «entra y sale» tal cual el cuerpo iría perdiendo minerales poco a poco.
Además de eso y contrariamente a la intuición, el agua ultrapura al igual que la destilada muestra una alta resistividad o baja conductividad eléctrica. (Es bien sabido que el agua es mala conductora – aquí el efecto aumenta). Esa resistividad es uno de los factores que se miden para calcular el grado de ultrapureza del agua.
El vídeo también demuestra algunas cosas divertidas: (a) queda muy bien ponerse gafas protectoras para los ojos aunque estés manipulando «peligrosísima» agua; (b) para este tipo de «demostraciones» hay más gente de relaciones públicas por metro cuadrado que expertos y (c) un poco de «dramatización» (véase el momento cumbre al extraer y beber el chupito) le da un toque más… interesante al vídeo.
Actualización (10 de julio de 2014): Aviso de posible leyenda urbana en El Tamiz sobre cuán peligroso puede ser o no beber agua destilada. (¡Gracias Sargento Pikilon!)