Por @Wicho — 4 de mayo de 2015

Roscosmos, la agencia espacial rusa, da desde hace unos días por perdida la cápsula de carga Progress M-27M que quedó fuera de control poco después de su lanzamiento, así que ahora sólo queda por ver cuándo y dónde cae.

Según los modelos utilizados la mayoría de las previsiones apuntan a que la reentrada se producirá el día 9, aunque con márgenes de error de más de un día:

  • Predicción oficial de la USSPACECOM estadounidense, publicada el día 29 de Abril: 9/5/2015/5/9 a las 17:33 +-6 días.
  • Predicción de Joseph Remis, publicada sobre las 10 de la mañana del 4 de mayo: 8/5/2015 a las 19h 26.
  • Predicción de Ted Molczan, publicada en la madrugada del 3 al 4 de mayo: 9/5/2015 a las 1:50 UTC +- 25 horas.

@Itzalpean, que me ha echado una mano con esta anotación, calcula por su parte que la reentrada se puede producir el 9/5/2015 a las 5h 56' UTC +- 24 horas, o bien el 9/5/2015 a las 4:44 UTC +- 24 horas, según el software que use para analizar los datos de la órbita, de la actividad solar, y de otros parámetros que influyen en el tiempo que la M-27M pueda permanecer en órbita.

Con estos cálculos nos ha hecho llegar un par de gráficos.

El primero indica la trayectoria de la Progress desde las 12 del mediodía del día 8 hasta las 12 del mediodía del día 10. Lo cual quiere decir que la Progress tendrá que reentrar por fuerza en cualquier lugar marcado por la línea roja, o al menos muy cerca de ella debido a los efectos de la atmósfera una vez que reentre:

Ground track de la posible reentrada de la Progress M-27M

No hay linea roja por debajo de latitud -51.6 y por encima de latitud +51.6 debido a que esta es la inclinación orbital de la ISS, y por consecuencia de la Progress.

En el segundo se puede ver la Tierra girando bajo las sucesivas órbitas de la M-27M durante el mismo periodo de tiempo:

La órbita de la M-27M se puede seguir, mientras tanto, en tiempo real, en Heavens-Above.com.

Lo más probable es que durante su reentrada la Progress M-27M se desintegre por completo en la atmósfera y que ninguno de sus fragmentos llegue a tierra, ya que está así diseñada; de hecho no tiene escudos térmicos ya contando con ello.

Lo que pasa es que cuando la misión termina según lo planeado se hace una reentrada controlada que lleva a la nave a su destrucción sobre el océano, para minimizar cualquier tipo de riesgo; en este caso habrá que fiarlo a la suerte.

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