Por @Wicho — 25 de junio de 2014

El camarote de Alexander Gerst

Aunque la EEI tiene el tamaño aproximado de un campo de fútbol –por muy imprecisa que sea esa medida– el espacio personal del que disponen sus tripulantes no es que sea muy grande.

Cada uno de los seis duerme y guarda sus cosas en un camarote que tiene aproximadamente el tamaño de una cabina de teléfonos, unos 90×90×195 centímetros.

Hay cuatro camarotes en el módulo Harmony y otros dos en el Zvezdá; estos últimos tienen una pequeña ventanilla, mientras que los de Harmony no.

Cuatro de los camarotes están en el módulo Harmony
Los camarotes del módulo Harmony

Por cierto que si alguna vez tienes que escoger camarote en la Estación, el consejo de Paolo Nespoli es quedarte con el de Harmony que está en el «suelo» de este, en la parte que apunta a la Tierra, porque de este modo los cuerpos de tus otros tres colegas que duermen en los otros camarotes de Harmony te hacen de escudo frente a las radiaciones.

Los astronautas duermen metidos en un saco, para no andar flotando por ahí, y recurren a un truco de baja tecnología para irse acostumbrando a dormir en gravedad cero antes de partir rumbo a la Estación, dormir con las patas de la cama elevadas unos centímetros.

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