Por @Wicho — 29 de Enero de 2016

Aparte de estar cada vez más cerca de hacer que aterrizar la primera etapa de un cohete tras su lanzamiento se vuelva algo habitual, SpaceX sigue adelante con su programa de pruebas para certificar la Dragon V2, su cápsula tripulada, para el vuelo.

Recientemente ha probado el sistema de paracaídas que frenará su descenso lanzando una carga equivalente a la de una Dragon V2 con los paracaídas que se usarán en la cápsula real.

Los primeros vuelos tripulados de la V2 amerizarán al final de sus misiones, igual que los hacían las Mercury, Gemini, o Apolo, pero el objetivo de SpaceX es hacer que en lugar de eso aterricen.

Para eso también acaban de probar que los ocho cohetes SuperDraco que monta son capaces de mantenerla suspendida en el aire de forma estable.

Si todo va según lo previsto en diciembre de 2016 se producirá un lanzamiento de una Dragon V2 vacía, que llevará a cabo una misión completa, en preparación de un lanzamiento tripulado en abril de 2017.

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