Ayer, sin saber que ese fenómeno se llama así, presencié un candilazo, como luego me dijo Emilio Rey, @digitalmeteo, que se denomina. Es el fenómeno que se da cuando hay nubes altas al atardecer en los pocos minutos que el Sol está lo suficientemente bajo como para iluminarlas desde abajo.
Es un efecto espectacular, no sólo por los colores que saca en el cielo, sino porque es como si de repente alguien le diera a un interruptor y el cielo se encendiera.
Como comparación, esta foto está tomada sólo unos segundos antes:
Mientras buscaba información sobre los candilazos José Miguel Viñas, @Divulgameteo, me pasó un enlace a un interesante artículo que escribió con Nieves Concostrina, @nconcostrina, acerca de El grito, el famoso cuadro de Edvard Munch, titulado Reflexiones tanato-atmosféricas sobre “El grito” de Munch [PDF 303 KB].
La relación está en que el espectacular cielo del cuadro está inspirado en los candilazos que pudo ver Munch entre noviembre de 1883 y febrero de 1884 a causa de la explosión del Krakatoa, una explosión que lanzó una cantidad tal de materiales a la atmósfera que durante meses los amaneceres y atardeceres fueron absolutamente espectaculares en muchos lugares del mundo, mientras que la Luna se veía azul.
En mi caso fue claramente un caso de estar en el momento adecuado en el sitio adecuado, pero… ¡Wow!
