Aunque hace algo más de un año que tuvimos que despedirnos de ella la sonda Cassini/Huygens, un proyecto conjunto de la Agencia Espacial Europea y de la NASA, aún sigue produciendo nuevos descubrimientos. Y es seguro que lo seguirá haciendo durante años mientras los científicos continúen trabajando con los datos que recopiló a lo largo de sus 13 años y 75 días en órbita alrededor de Saturno.
En este caso un equipo de astrónomos de la Universidad Diderot de París ha descubierto que, especialmente durante la época de los equinoccios, en Titán se pueden formar grandes tormentas de polvo, aunque a diferencia de las de la Tierra o de Marte no están formadas de arena sino de partículas orgánicas.
Estas partículas se depositan en la superficie en forma de grandes dunas debido a la interacción de la luz del Sol con las partículas de metano que se evaporan de ríos, lagos y mares, que en Titán llevan además etano. Y cuando las condiciones atmosféricas son tales que se forman vientos lo suficientemente fuertes se elevan en la atmósfera.
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