Por @Wicho — 27 de junio de 2018

Chorros en el polo sur de Encélado

Una de las cosas que hizo la sonda Cassini durante su misión fue confirmar que Encélado, uno de los satélites Saturno, expulsa choros de agua y vapor de agua al espacio por unas grietas en su cubierta de hielo próximas a su polo sur.

Antes del fin de su misión Cassini también tuvo la oportunidad de «esnifar» estos chorros. Y según se puede leer en Complex organics bubble from the depths of ocean-world Enceladus un grupo internacional de científicos dirigidos por Frank Postberg y Nozair Khawaja de la Universidad de Heidelberg ha podido comprobar que en esos chorros hay moléculas orgánicas complejas.

Pero ojo, que una molécula se califique como orgánica no quiere decir necesariamente que esté relacionada con la vida, por mucho que allá por 1807 Jöns Jacob Berzelius clasificara los productos químicos en orgánicos, los que proceden de organismos vivos, e inorgánicos, los que proceden de la materia inanimada; hace mucho que sabemos que esta clasificación es incorrecta.

De según dice Frank «En mi opinión los fragmentos que encontramos son de origen hidrotérmico, habiendo sido procesados dentro del núcleo hidrotermalmente activo de Encélado: con las altas presiones y temperaturas cálidas que creemos que hay allí es posible que puedan surgir moléculas orgánicas complejas.»

Encélado y su mar

Y es que sabemos, de nuevo gracias a Cassini que Encélado está cubierto por un océano global de agua salada bajo la capa de hielo externa que vemos, lo que lo hace sin duda uno de los lugares más intrigantes para estudiar en el futuro desde tan cerca como podamos.

El trabajo, si tienes acceso a Nature, está en Macromolecular organic compounds from the depths of Enceladus.

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